Cala que tenía un carácter absolutamente mediterráneo, de aguas turquesas y paisaje sobrecogedor.
Oficialmente reconocida como nudista pero que, dada su extraordinaria belleza, estaba invadida por textiles en temporada alta.
Desde hace ya muchos años ha estado cerrada al público por el peligro que conlleva la ladera que la circunscribe. Esta es muy inestable y provoca numerosos desprendimientos. En uno de los últimos temporales, y como estaba previsto, según las advertencias de las autoridades, la ladera colapsó y sepultó la cala, por lo que definitivamente está cerrada y prohibido su acceso. Las fotos que aquí se exponen son anteriores al incidente.
La cala se ha perdido. Solo queda el recuerdo por medio de algunas fotos y las maravillosas sensaciones que provocaron entre los que tuvimos la fortuna de haberla vivido antaño. El acceso a la cala se ha obstaculizado prohibiendo la entrada a vehículos (excepto residentes) a las calles aledañas (calle Richard Wagner), con multas de 80€ a quienes osen estacionar relativamente cerca del acceso a la cala.