Las calas de la Mosca son, sin duda un paraíso natural en la costa de la Vega Baja. Están ubicadas en un pequeño trozo litoral milagrosamente no urbanizado, con valor ambiental y paisajístico. Parece mentira que el asfalto no haya sepultado este pequeño reducto natural, que se resiste al embate del urbanismo salvaje como la aldea de Asterix a su romanización. Este reducto es hábitat de diversas especies vegetales y animales entre las que destaco un extraño caracol en peligro de extinción.

Son calas nudistas, aunque puedan resultar algo incómodas por el hecho de que su belleza atrae a personas que se asoman a ellas desde lo alto de las calas, y no se resisten a hacerles varias fotos, y claro, allí estás tú en pelotas. Es algo incómodo pero... ¿quién se puede resistir a sacarle una instantánea a lugar tan bello? Yo mismo lo he hecho (aunque esperé a que se fuesen todos).

Se sitúan bajo de unos pequeños acantilados. Sus aguas son limpias y refrescantes e invitan a un baño muy agradable.

1. CALA LA MOSCA. Cuando llegas a playa Flamenca encuentras una primera cala textil. Hay aparcamiento para coches y cuenta con servicio de socorrismo, acceso adaptado y otras comodidades. Es una playa urbana no nudista. Desde esta, caminando hacia el norte y a la zona no urbanizada, encontramos la cala 2.

2. CALA CABO DE PEÑAS (También conocida como Cala Mosca II). Cala textil y declarada como playa canina. Si continuamos hacia el norte, encontramos las calas nudistas, nuestro objetivo. Si el mar está bajo, se puede pasar por la orilla, si está alto, mejor subir arriba del acantilado que cierra las calas y bajar a ellas por las escaleras.

3. CALAS NATURISTAS. Localizamos a continuación un par de calas, de las escasísimas que podemos encontrar en estado virgen en el litoral alicantino, y las únicas en el oriolano y que, precisamente por ser reductos naturales, presentan una gran tradición de uso nudista. El enclave donde se ubican las calas es un lugar virgen que, hasta la fecha, ha resistido el implacable azote del hormigón en nuestra exhaustada costa levantina. Un minúsculo reducto de gran valor ecológico, con presencia de endemismos y especies en estado especial de protección.

Pero este pequeño trocito virgen de costa, totalmente rodeado por la presión urbanística, no está a salvo. La amenaza del ladrillo sigue en los despachos en forma de acuerdos urbanísticos en estado de aprobación.

La respuesta no se ha hecho esperar en forma de movilización social. La salvaguarda de este espacio único ha configurado un colectivo de personas que trabaja y lucha por su defensa “Salvemos Cala Mosca” al que desde la Associació Naturista Valenciana (ANVA) queremos dar apoyo y respaldo. Existe un colectivo de personas que trabajan y luchan por preservar el lugar en su estado actual; su ecosistema natural y el uso nudista de sus calas. Son "Salvemos Cala Mosca".

Desde la urbanización Playa Flamenca. Entre Cabo Roig y Punta Prima.